miércoles, 19 de junio de 2013

De giros y ejes.

No hay mucho que hacer
ver girar la lavadora en su trantrán hipnótico
limpiar lo que yo mismo ensucio
leer para vivir otras vidas, un rato al menos
buscar la Luz como las plantas y las culebras.
Se han apagado las brasas
entre tanta lluvia y tanto tiempo
no hay mucho que arreglar.
Deshacer lo poco hecho
empacar las cuatro babas de caracol
y buscar algo nuevo
malo, feo, ruidoso, mediocre, aburrido
nuevo
algo que propicie que el mundo gire
con su eje como un palo
con su Estrella como otro palo
y cuerdas invisibles que los Hombres buscan
con Niños empujando hacia el centro de la Tierra
saltando, saltando, saltando sin caer en la nimiedad.
Intentar -quizá esa sea la Palabra-.




En el tocadiscos:
Fat Freddy's Drop  -  Rain

martes, 11 de junio de 2013

El cebo.

Desde ahora soy la piel chamuscada de los gorrinos
el vientre hediondo de las sardinas
extraído con un dedo
el sudor bajo los pechos de las mujeres
de anchas caderas y uñas
con brillante esmalte saltado.
Cuelgo del pico de un buitre
goteo viscoso.

¿Me desharé acaso como una anguila
fugaz que se pierde convencida?

Quisiera saber hacia dónde está el río.
Quisiera ser humus valioso entre la mierda
que cubre este suelo y aquel otro.

A partir de ahora soy tripa de vaca
y lumiaco ensartado en un anzuelo.
Soy el cebo de lo que quiero ser
soy la carnaza para convertirme en anguila
que sabe hacia dónde está el río
entre calambres plateados rumbo al mar
los acantilados de furia después
y confío en convertirme en ella
y confío en que ella sepa escapar.




En el tocadiscos:
World's End Girlfriend  -  Scorpius Circus

jueves, 6 de junio de 2013

Historia de un tendal.

Está la ropa tendida y los gorriones
bailan con la yedra.
No queda veneno en la tienda de ultramarinos.
Tuve un vecino que mataba topos
con una escopeta de hierro de dos cañones.
Bajaba por las tardes a la era y se plantaba
como un roble
con una larga rama apuntando a la topera.
Y esperaba.
Yo iba y venía por el camino que llevaba al pueblo
con el trajín de un muchacho con la vida por devorar
mientras él
esperaba
sosteniendo firme el macabro objeto.

Están las prendas colgando
como murciélagos de colores y los gorriones
bailan con la yedra.
No tienen queroseno en la tienda de ultramarinos.
Tuve un vecino que esperaba con su escopeta tieso
como una vela
con un apéndice de cera apuntando a la tierra.
Y esperaba.
Yo iba y venía por el camino que lleva a mi casa
sintiendo los árboles insectos gigantes frotándose las patas
mientras él
esperaba
con la macabra esperanza de llegar a matar.

Está el tendal donde siempre estuvo
usando la gravedad a su manera y los gorriones
bailan con la yedra.
No recuerdo cuándo cerró la tienda de ultramarinos.
Yo voy y vengo.




En el tocadiscos:
Boza - La dueña del Abecedario